Peleas de perros
Las peleas de perros son un
lucrativo negocio para sus dueños. Entrenando a sus campeones en
exhaustivas sesiones de cruel y embrutecedora. En España, Francia e Italia,
el (en las que se utilizan como carnada a otros animales), son capaces de
generar millones en esta actividad ilegal, además el negocio
clandestino de las peleas de perros mueve millones de euros, y en
Latinoamérica es también muy lucrativo.
Las mafias
La ilegalidad de las peleas de
perros en todos los países se debe principalmente a que es una actividad que
mueve mucho dinero al margen de la contribución a las arcas estatales. El
dinero que se recauda por cada pelea alcanza cifras altísimas: en Europa, y
dependiendo de la experiencia y currículum de los perros
contendientes, la apuesta mínima es de 50€ y el premio puede llegar, por lo
bajo, a 500€ por pelea/perro. Por este motivo económico, las peleas de
perros son consideradas en muchos países una falta cuyo
castigo es una multa que debe pagarse al Estado. Sin embargo, por sus
consecuencias e implicaciones sociales y culturales, muchas organizaciones
de protección y liberación animal están solicitando que se tipifique como
delito, lo que supondría penas de cárcel, además de multas
y/o trabajos comunitarios para los detenidos involucrados en este tipo de
ilícitos. Los perros preferidos para este tipo de actividades ilegales y
crueles son los llamados perros de ataque: pit bulls terrier,
staffordshire bull terrier, american staffordshire, dogo argentino, fila
brasileño, tosa inu, akita inu, e incluso el rottweiler.
Por
sus características fisio-morfológicas, estos perros son fuertes, musculosos
y atléticos; además su mordida bloquea la mandíbula y no suelta a
su presa, características que los hacen ideales para pelear a muerte con
otros perros.
Mediante
un entrenamiento siempre sangriento y brutal cuyo objetivo
es enloquecer al animal para que odie al mundo y quiera dar muerte a
todo lo que se mueva, estos desgraciados animales son meros
instrumentos para hacer ganar dinero a sus dueños faltos de escrúpulos. El
entrenamiento consiste en el fortalecimiento físico, el debilitamiento
emocional -forzándolo a vivir situaciones de stress y fracaso, para luego
reforzarlo "positivamente" a través del sparring, o
enfrentamiento con otros animales de menor tamaño (a los que mata
compulsivamente) o de mayor tamaño (de su misma raza y/o peso, para que
se curta y aprenda a sufrir).
Además, los perros son usualmente torturados e incluso,
drogados para que su ferocidad aumente,
y así conseguir un
gladiador potente.
Matar o morir
Las
peleas suelen ser en la modalidad matar o morir, por lo que la
vida de estos perros no suele durar más allá de las 4 o 5 peleas. Si
sobrevive a éstas, termina sus días en la calle, abandonado porque ya está
muy cariño, por lo que su socialización a veces es muy maltratado o herido.
Estos pobres animales nunca han recibido difícil -aunque no imposible-. Por
estos motivos, en los refugios y protectoras, la cantidad de estos animales
aumenta alarmantemente.
En favor de los perros supervivientes a las peleas, tanto
veterinarios como personas de las protectoras insisten en que la raza no
determina la agresividad de un perro, por lo que debidamente estimulado y
criado, un perro de ataque no tiene porqué ser necesariamente un asesino.
Bajo esta premisa, y velando por su reinserción, se apuesta por la
re-educación y socialización de estos canes, para que puedan optar, algún
día, a tener una familia que los quiera, después de vivir una vida llena de
sufrimientos, tortura y muerte. Pobre vida la de estos
mejores amigos del hombre.. |